La pesadilla de un gobierno de delincuentes populistas de derecha embanderados con propuestas del delirio "progresista" de una izquierda latinoamericana piojosa - en sentido literal y político - no concluirá, sino con la estocada final que intente asesinar defininitivamente al sistema representativo, republicano, federal y democrático que impera en la República Argentina desde 1853.
Este disparo final al corazón del país, consistirá en llamar a una reforma constitucional, que el Kirchnerato podría realizar incluso antes del 2011, para configurar el corolario ideal de "su modelo" chavista-gaucho.
La distracción e incapacidad dirigencial política opositora, nos está dejando a los argentinos en un total desamparo y a expensas de un binomio de enfermos, que arrastran a la nación hacia un abismo institucional, cada vez más difícil de revertir.
El pueblo argentino, lamentablemente aun no advierte en su real magnitud la gravedad del desastre nacional que está provocando este nefasto matrimonio y sus cómplices a sabiendas,los gobernadores y legisladores nacionales, copartícipes de la destrucción de la nación, quienes preocupados solamente por su persona,sus futuros políticos o la recompensa de todo tipo que la gavilla encaramada en el poder gobernante les promete, se olvidan del país, de los ciudadanos y del futuro de la patria. El sálvese quien pueda y a cualquier precio que ha instaurado esta "yunta" de fracasados resentidos y que ha cundido entre la politiquería de baja estofa moral, merece a esta altura un escarmiento ejemplificador que vuelva al cause este desquicio nacional.
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